Sinopsis (de FilmAffinity): Ambientada en una América alternativa en los años 80, donde la Guerra Fría está en su apogeo y los superhéroes, que antes habían sido respetados, ahora son perseguidos por la ley. Un día aparece muerto uno de ellos, que trabajaba para la CIA: El comediante. Su amigo Rorschach, el único héroe enmascarado que queda en activo, emprenderá la investigación de su muerte, que oculta algo mucho más importante de lo que parece a simple vista... Esperadísima adaptación de la legendaria novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons de 1986, considerado por muchos el mejor cómic de la historia.
Mientras fanboys de todo el globo se tirarán de los pelos durante días, semanas, meses o incluso lustros porque Zack Snyder, que se supone que es un visionario director por haber hecho una peli de muchas hostias (conste que a mí me encanta, me maravilla, pero visionario no es que sea, y menos aún siendo una adaptación, que vale que ha tenido un éxito youtubesco tremendo, pero bueno, no es eso), ha adaptado la novela gráfica «inadaptable» según muchos, con lo que ello conlleva (es decir, adaptar, cortar algunas cosas para meter la historia en cierto tiempo, tratando de conservar toda la esencia), gritando a los cuatro vientos todos los cambios, por mínimos que sean, un servidor ha disfrutado como un enano, y ahora quiere hacer una crítica en la que parezca que lo que se critica es... una película. Es que quizá me equivoque, pero esto es un filme, aunque su guión este basado en una obra anterior, y su diseño artístico también, ¿no? Y no voy a entraren comparaciones de esas que a veces resultan tan odiosas.